el proceso de escribir

Cuando empezamos a escribir nunca estamos a solas con la hoja en blanco.

Traemos con nosotros las lecturas que hicimos, los consejos de nuestres directores y compañeres, ansiedades y expectativas sobre lo que tendría que ser una tesis. Todas estas presencias nos acompañan durante el proceso.

El ejercicio de escritura existe desde que empezamos la carrera o desde que nos interesamos por primera vez en un tema de investigación, en las notas al margen de los textos y los apuntes de clase. 

Escribir no es empezar de cero, sino continuar con un proceso más amplio del que la tesis es sólo una parte.

Las elucubraciones mentales que no se plasman de manera escrita no se pueden socializar, por lo tanto no es un conocimiento compartible con otros. No es conocimiento científico, sino que todavía es una materia amorfa. Es en la escritura, donde al hacer posible la socialización, se genera la construcción de conocimiento. ¡Ahí es donde comienza la cocina!

Gustavo Ludueña

Gustavo Ludueña sobre la escritura y el análisis

La escritura es un proceso que requiere dedicación, paciencia, creatividad y mucho, mucho trabajo. Hay días que escribimos más y otros menos. Lo importante es no abandonar al primer intento porque como cualquier ejercicio, requiere de entrenamiento constante y conexión con lo que estamos haciendo.

Escribir es un trabajo artesanal

Estamos pensando en un oficio, en un metier, en un trabajo artesanal. Nosotros somos como carpinteros, como ebanistas, gente que trabaja-haciendo y que no estamos muy seguros del producto final que vamos a obtener. Y no hay una única receta.

 Johana Kunin

El proceso de escribir plantea todos los problemas de cualquier tarea artesanal. Hay dudas, hay dificultades, hay preguntas, hay cosas mal resueltas que hay que arreglar, hay momentos de avidez, hay momentos en que sí se escribe y hay momentos en los que no tenés ganas de escribir. Una alumna dijo: ‘escribí una hoja y me cansé’. Un artesano nunca diría ‘hice una silla de tres patas y me cansé’. Las cosas se hacen y se terminan. Lo que hacemos es un trabajo, una tarea, una especie de artesanía, cierto que se trata de una rara artesanía.

 Liliana Villanueva en Las clases de Hebe Uhart

La escritura no es lineal, tiene sus idas y vueltas. Muchas veces descartamos cosas que después volvemos a recuperar, reescribimos completamente algo e incluso desechamos ideas que creíamos centrales.

La escritura es un proceso de transformación constante.

Las ideas surgen en el flujo de la vida.

Johana Kunin

Las ideas se nos pueden ocurrir en cualquier momento: mientras caminamos por la calle, mientras cortamos el pasto o mientras amasamos el pan.

Hay que amasar el pan. Hay que amasar el pan con brío, con indiferencia, con ira, con ambición, pensando en otra cosa. Hay que amasar el pan en días fríos y en días de verano, con sol, con humedad, con lluvia helada. Hay que amasar el pan sin ganas de amasar el pan. (…) Hay que amasar el pan con harina, con agua, con sal, con levadura, con manteca, con sésamo, con amapola. Hay que amasar el pan con valor, con receta, con improvisación, con dudas. Con la certeza de que va a fallar. Con la certeza de que saldrá bien. (…) Hay que amasar el pan para vivir, porque se vive, para seguir viviendo. Escribir. Amasar el pan. No hay diferencia.

Leila Guerriero

Samantha Rojchman leyendo a Leila

Gustavo Ludueña sobre la escritura y el análisis

Samantha Rojchman leyendo a Leila