Roberto Da Matta en El oficio del etnólogo o cómo tener «Anthropological Blues»
Silvia Hirsch sobre la etnografía
El ingreso al campo y los vínculos que a partir de allí se entablan varían según las particularidades del lugar y de la persona que investiga. Como en cualquier relación social, intervienen dimensiones de género, edad y clase social, además de tradiciones, posturas políticas y cuestiones de carácter. Nuestro ingreso y permanencia en el campo estarán atravesados por todos estos aspectos. Y claro, puede ser una instancia incómoda.
Empezamos a investigar esperando que les interlocutores nos compartan determinados aspectos de sus vidas pero, a la vez, las personas también generan expectativas sobre nuestro trabajo.
Se trata de un proceso de escucha y negociación constante entre nuestros propios intereses académicos y personales y aquellos que nos presentan les actores en el campo.
Durante el trabajo de campo puede haber ocasiones en los que entendamos poco y nada. Lleva tiempo desentrañar las lógicas y prácticas propias de un grupo. Al principio todo parece un caos, pero no hace falta apurarse a sacar conclusiones. Estos momentos incómodos pueden ser puntos de partida para entender y descubrir nuevos aspectos de las dinámicas del campo.
Como propone Florencia Tola en sus clases: en los momentos que creemos que sabemos (que la tenemos clara) puede ser más útil dudar, trabajar desde el equívoco y dejarnos guiar por esas nuevas inferencias.
El registro de campo
La nota de campo es una descripción minuciosa de todo lo que observamos. Tiene dos grandes instancias: la primera es la que se escribe mientras se hace la observación y la segunda, es la edición posterior, donde se agregan más detalles. Al principio anotamos todo lo que vemos, describimos el entorno y a las personas. A medida que va transcurriendo nuestra investigación vamos afinando la mirada y registrando cosas más precisas.
“La nota de campo ya no es lo que era”
En la actualidad, las notas pueden incluir texto, imágenes y audios. Si bien está buenísimo tener un cuaderno donde podemos ir registrando lo que pasa, hoy también tenemos la posibilidad de usar el celular y diferentes aplicaciones para incorporar otra clase de registros.
Es importante tener todo el material de campo digitalizado y unificado en una carpeta, con un título que detalle fecha y lugar.
La entrevista antropológica es una situación social, dialógica. No se trata solo de preguntas y respuestas, o de “sacar información” del encuentro. Para lograr una entrevista en profundidad hay tres acciones clave: escuchar y dar lugar a los temas que le otre considera relevantes, identificando cuál es la lógica de diálogo propuesta. En segundo lugar, relativizar nuestros propios conceptos para descubrir nuevas preguntas. Por último, retomar los términos de la persona entrevistada.
Silvia Hirsch sobre la etnografía
Audio Luana Ferroni sobre la etnografía